Nutrición

La enorme cantidad de nutrientes, vitaminas y minerales que consumimos a lo largo de nuestra vida, a través de las dietas habituales, muchas veces nos pasa desapercibida porque no nos interesamos a fondo por saber exactamente que estamos ingiriendo. Simplemente sabemos que tal o cual alimento es bueno para la salud, precisamente porque nos aporta muchos nutrientes, por ejemplo, pero en la mayoría de casos no sabemos discernir cuáles son ni cómo nos benefician realmente. Solo cuando nos ponemos a estudiar a fondo todo lo que tiene que ver con este tipo de aportes encontramos esa información y somos capaces de entender porque unos alimentos son muy recomendados mientras otros se quedan algo más apartados, precisamente debido a su nulo aporte vitamínico, por ejemplo. Existen multitud de minerales que son imprescindibles para el buen funcionamiento del organismo, y su importancia en la alimentación cada vez es mayor.

El magnesio, por ejemplo, se ha hecho bastante popular en los últimos tiempos. Es curioso porque este mineral siempre ha estado presente en nuestra alimentación, en muchos de los alimentos que tomamos desde hace décadas, pero pareciera que solo ahora se le da el lugar que le corresponde, tal vez por moda, más que por otra cosa. En momentos concretos, uno de estos minerales destaca sobre el resto y ya solo encontramos artículos sobre ellos, hablándonos de sus bondades y exponiéndolos como la auténtica solución para obtener una alimentación sana y equilibrada. Y sin llegar a ser ese remedio milagroso que muchos parecen querer vender, el magnesio sí que posee muchos beneficios para nuestro cuerpo, y su aporte es imprescindible para el buen funcionamiento del organismo, como vamos a comprobar a continuación, exponiendo todo lo que este mineral puede hacer por nosotros y aclarando qué cantidad es aconsejable tomar, ya que muchos, al saber de sus beneficios, optan por “potenciarlos” con suplementos, algo que no siempre es tan positivo.

Cuando hablamos de dietas, la mayoría de la gente se lo toma como una forma de perder peso, de volver a nuestra figura más esbelta y sana. Y sin embargo, hay muchos tipos de dieta que no tienen que ver precisamente con adelgazar, sino que ofrecen una alternativa para un periodo concreto de nuestra vida, solventando un problema que podamos tener de una manera rápida y eficaz a través de la alimentación. Por ejemplo, la dieta Fordmap, de la que vamos a hablar en este artículo, sirve para eliminar la sensación de pesadez e hinchazón en el estómago que nos provocan ciertos alimentos, al no ser digeridos del todo por nuestro sistema alimenticio.

Es una dieta que se está poniendo de moda últimamente ya que muchas celebridades la están siguiendo, pero le puede servir a cualquiera. Eso sí, no es habitual mantenerla en el tiempo, a no ser que esos alimentos que excluye nos sigan provocando ese efecto perjudicial. Suele ser bastante favorable para todo aquel que la sigue, enseñando además una manera alternativa de evitar ciertos alimentos que, como podemos comprobar, nos pueden provocar males en el estómago. No llega a ser como una intolerancia, porque dependerá del estado de nuestro sistema digestivo, pero si es cierto que cuando sintamos esos síntomas en el estómago, lo mejor es acudir a ella para solventarlos lo antes posible y quitarnos de encima todo ese malestar, porque a nadie le gusta vivir con esa sensación dentro.

Ya sea para lucir una figura espectacular y presumir de cuerpo esbelto y perfecto en cualquier reunión, o simplemente para estar más sanos y en forma, son muchos los que deciden bajar de peso y dejar atrás esos kilitos de más a través de una dieta determinada, acompañada normalmente de ejercicio, para quemar grasas de una forma mucho más eficaz. Está claro que la alimentación tiene mucho que ver en este tema, aunque tampoco hay que llegar a los extremos que vemos en muchas personas, que casi se quitan de comer por bajar peso. Una dieta equilibrada, dando importancia a ciertos alimentos, será igualmente beneficiosa.

El ejercicio no solo sirve para quemar grasas sobre la marcha, sino también para acelerar el metabolismo en nuestro cuerpo, el proceso por el cual nuestro propio organismo se pone en funcionamiento, como una locomotora al rojo vivo, echando toda la grasa que sobra a la caldera. Esto se consigue durante el ejercicio pero también después, ya que al hacer deporte con gran intensidad, el metabolismo se activa y se mantiene así durante unas horas. Lo que no todo el mundo sabe es que podemos hacer exactamente lo mismo con la comida, activando el metabolismo para acelerarlo gracias a determinados alimentos.